Shawn Levy lleva casi tres décadas construyendo una carrera interesante en Hollywood. Dueño de un estilo que sabe combinar la acción con la comedia, fue el responsable de revivir la saga de La Pantera Rosa, con la leyenda de la comedia Steve Martin en el mítico rol del Inspector Clouseau. Creó la entretenida trilogía Una noche en el museo, protagonizada por Ben Stiller como el guardia de seguridad del Museo Smithsoniano que, una vez al año, cobra vida. Esta saga es uno de los raros ejemplos en donde la historia se muestra de forma interesante — y surrealista por la premisa fantástica — en donde Levy es capaz de amalgamar desde el humor físico con reminiscencias a los clásicos pioneros del cine mudo, los gags escatológicos y algunos chistes que interpelan los conocimientos de historia del espectador.

Uno de los fuertes que tiene el cineasta son las historias humanas ubicadas en contextos imposibles.

Desde una cena aburrida que se convierte en una trama de espías y mafiosos hasta esqueletos de dinosaurios que se comportan como perros tamaño King size. Levy apela a los recursos cinematográficos que mamó de pequeño, y le rinde pleitesía a los clásicos de aventuras ochenteras que formaron a las nuevas generaciones de artistas que, hoy en día, están comenzando a dar sus primeros pasos en el mainstream.

Parte de este encanto surgido en la década del ´80 es el mal llamado cliché de la familia disfuncional en donde un niño suele estar en el centro de la escena, ya sea como protagonista ineludible o como el que se comporta cual adulto, mientras quienes deben velar por su seguridad intercambiaron los roles. Hay un encanto inherente en las aventuras protagonizadas por adolescentes que goza de carácter atemporal. Es la historia coming of age, la de abandonar la infancia y entrar en la primera etapa de la vida adulta, y esto nos apela a todos.

No es casualidad que uno de sus mayores éxitos haya sido Stranger Things, en donde ofició no sólo como productor, sino que ha dirigido múltiples episodios y ayudó a los creadores a plasmar su visión en Netflix. El éxito de la serie, que es básicamente un enorme y complejo homenaje al cine de aventuras y terror de los ´80, hizo que la plataforma de streaming confiara casi ciegamente en Levy. Y esto no lleva a El Proyecto Adam.

La película estuvo en desarrollo desde fines de los ´90, y en algún momento Tom Cruise fue elegido como protagonista. Pero el famoso “infierno de producción” terminó retrasando dos décadas el inicio de rodaje, con infinidad de productores que entraron y salieron del proyecto. El guion pasó de mano en mano hasta que llegó a Levy, que estaba terminando Free Guy, una comedia de acción protagonizada por Ryan Reynolds. Cuando el material original se chocó con un director amante de la comedia y las aventuras, todo encajó.

Netflix decidió apostar, puso el dinero y la plataforma para desarrollar un film de ciencia ficción con la premisa de viajes en el tiempo —un tópico siempre complejo de resolver—, con aventuras y uno de los componentes preferidos de Levy como director: la relación entre adultos y niños, la simbiosis que se genera entre ambos y como se complementan para superar los problemas que se le plantean.

A Ryan Reynolds se le suma un elenco de lujo: Mark Ruffalo, Jennifer Garner, Zoe Saldaña, Catherine Kenner y Walter Scobell como Adam de pequeño. El pequeño actor destaca por su carisma, y tiene la difícil tarea de compartir gran parte del metraje con Reynolds, dueño de un carisma inapelable que capta la atención en cada proyecto del que participa.

La película combina muy bien la acción con algunos toques de comedia y una historia dramática que, gracias a la pericia del director, consigue desarrollar en una línea temporal narrativa que salta entre pasado y futuro.

La estética que eligió Levy es un homenaje más al cine de género de los ´80, con un obvio uso de la tecnología digital —la más evidente, pero bien ejecutada, es la del rejuvenecimiento de los actores— que le da un aspecto fresco al film, en una época en donde las películas de acción y ciencia ficción parecen seguir una plantilla de colores predeterminadas en la mayoría de las producciones.

El director fue anunciado como el director de la esperada Deadpool 3, que esta vez será parte de Marvel/Disney tras haber iniciado su camino en la extinta Fox. Marcará la tercera colaboración con Reynolds y, viendo películas como Free Guy y El Proyecto Adam las esperanzas de los fanáticos se revitalizaron tras años de incertidumbre. Deadpool es un personaje que combina acción y comedia desenfrenada, y Levy parece una opción natural para establecer una continuidad con los dos films anteriores e introducirlo al Universo Cinematográfico Marvel.

El Proyecto Adam se puede disfrutar en Netflix, y es una oferta más que atractiva para los fanáticos de la ciencia ficción con espíritu de los ´80.