Es mucho lo dicho y escrito en materia de fernets, pero mucho más es lo bebido. Los millones de litros ingeridos sólo en la Argentina en el curso de un año, dan fe de esa afirmación: En el año 2013 se consumieron 44 millones de litros. Entre fernet y otros aperitivos, es un promedio de 1,5 litros por persona. La venta alcanzó unos 4,9 millones de cajas conteniendo las preciadas botellas. La espirituosa bebida se habría originado en Italia; y aunque varios nombres se atribuyen su paternidad, sin duda existe una marca emblemática: Fernet Branca.
A fines del siglo XIX se conoce la bebida en nuestro país, apoyada por una inteligente campaña de afiches y almanaques ilustrados por artistas de la fama de Giuseppe Anisani, Elio Stelming, Leopoldo Metlicovitz y Achille Lucien Mauzán. El contundente calificativo “Único”, acompaña desde entonces las ilustraciones de la botella en las publicaciones gráficas más difundidas. “Branca tiene un liderazgo muy fuerte y el atributo inigualable de haber inventado el fernet”, aseguraban desde la empresa que diseñó la exitosa campaña publicitaria del año 2008. Un año más tarde, Fernet Branca convoca a un concurso para creativos de afiches, destinados a instalarse en locales donde se vendiera el producto. La tónica de esas ilustraciones, evocaba los carteles difundidos en 1880. La continuidad entre la tradición y las nuevas demandas de una clientela aparecida un siglo después. La clave según los expertos y los mismos consumidores, es la calidad perenne de la bebida.
En 1941 Fernet Branca comienza a fabricarse en la Argentina, abasteciendo un mercado ya estimulado por la consumición del importado. Pero el gran salto adelante se registra a partir de la década de 1980 en Córdoba y varias provincias vecinas, cuando el fernet comienza a ser mezclado con bebida cola. La combinación es aceptada masivamente por los jóvenes y la novedad se extiende a todo el país. Es tal el éxito del cóctel, que Branca con autorización de Coca Cola, difunde la imagen del fernet acompañado por la legendaria gaseosa. El acuerdo caduca algunos años más tarde, pero los paladares argentinos, en particular los más jóvenes, ya habían incorporado la dupla que desde entonces sería inseparable. A fines de los años ‘90 la expansión del fernet es incesante. Crece a expensas del consumo de la cerveza, si bien las características de ambas bebidas no son competitivas entre sí.
Una de las explicaciones del fenómeno, apunta a que la centenaria bebida dejó de ser consumida ocasionalmente y pasó a ser ingrediente necesario en muchas variedades de cocktails. El cambio de costumbres en las nuevas generaciones, inventó “la previa”. La concentración previa al baile o a una fiesta, para ingerir bebidas mientras se aguarda la hora de partir. En lugares de encuentro, bailes en particular, la diversión comienza avanzada la madrugada. La “previa” matiza la espera.
Un cuadro porcentual de la Cámara de Licoristas de la Argentina, comparaba el crecimiento exponencial de la demanda de los amargos y fernets: 7% del mercado de bebidas espirituosas en 1991 contra el 47% en 2015. Pocos años más tarde, Fernet Branca lideraba el segmento de consumidores de fernet, controlando el 80% de esa cartera. Además del fernet clásico que le dio la fama, Branca produce Branca Menta, Punt e Mes, Caffé Borghetti, Carpano Antica Formula y Sambuca.
Vale destacar que Fernet Branca fuera de Italia, sólo se produce en la Argentina. Con la misma receta tradicional en base a hierbas seleccionadas y un añejamiento de un año en cubas de roble, se obtiene el particular sabor inmutable. “El verdadero secreto está en las dosis de los ingredientes, no se trata sólo de juntar materias primas”. Dice el conde Niccolo Branca; quinta generación al mando del histórico fernet.