Un ardiente compromiso con el existir de sus personajes: seres a tal punto autónomos que su autora los juzga desde la omnipotencia de quien los ha creado y, en cambio vive y padece junto a ellos. Un compromiso no menos vehemente con otro existir: el de nuestro país, con sus anhelos, sus frustraciones, sus búsquedas.
En La Penúltima Versión de la Colorada Villanueva, Marta Lynch nos ofrece la historia de una mujer que se ha dado íntegra y lo ha dado todo, siquiera para comprobar cómo ese todo se desintegra en torno a ella: el marido ausente, los hijos enceguecidos por los vaivenes de una realidad caótica y devoradora.
Sin caer en los ya consabidos artificios del fluir de la conciencia, Marta Lynch muestra el presente incesante de una conciencia que se vuelve hacia el pasado para tratar de entenderlo y buscar posibles aperturas hacia un futuro que es como un sol que no acaba de nacer.
Maravilloso contacto establecido con el alma del personaje, con esa conciencia, río que avanza, retrocede, se vuelve una y otra vez sobre sí misma, cada vez más ennoblecida por el empeño de persistir en la búsqueda y de ofrecerse.
Cristina Eseiza
Profesora en Letras – UBA – Escritora