Caradura, desvergonzado, sinvergüenza, son algunos de los adjetivos que habitualmente se usan para caracterizar al cínico. Sin embargo, es sabido que en la Grecia del siglo IV a. C. el cinismo era una escuela filosófica. Su figura más notoria fue Diógenes, a quien se suele recordar por vivir en un tonel y por recorrer Atenas con un farol para “encontrar un hombre honesto”.
La tradición afirma que murió viejo y que en su tumba figuraba un perro esculpido (Cinismo deriva de la palabra griega kuon, que significa perro. Diógenes llamó así a su doctrina, como desafío a quienes consideraban propio de perros su modo de vivir y sus costumbres).
Cuando Alejandro Magno lo visitó y vio las condiciones miserables en que vivía, le preguntó si necesitaba algo. ¿Qué podía requerir un hombre que menospreciaba los bienes materiales? Como la sombra de Alejandro lo molestaba, Diógenes se limitó a responder: “¡Que no me tapes el sol!”.
La frase pinta a un Diógenes irreverente y orgulloso, pero también lo muestra como un sabio leal a sus ideas.- Tal vez por su amor al sol y la vida natural pueda verse en el a un temprano ecologista. Caras- 31-10-96 – Etimología – Historia de las Frases