Mi vecino era un ser extrovertido y feliz hasta que cierto día llamó a su puerta la memoria, y recordó la guerra que vivimos. Ahora que recuerda no le abre la puerta a nadie y dejó de ser feliz.
Paradojas de la mente. Por eso yo prefiero no hablar con los pensamientos, en su reemplazo juego al ajedrez hasta que el día menos pensado, los pensamientos, como le pasó a mi vecino, me hagan jaque mate.
Microficción de Ana maría Caliyuri – De la Antología “Letras de América” – 2022