La explicación de este dicho tiene varios antecedentes y todos son coincidentes. Cuentan que en algunos pueblos bárbaros de la antigüedad, cuando un hombre mataba a otro, era obligado a pagar en oro y plata el peso de la víctima a sus parientes. También sucedía, en pueblos de fe religiosa, que los familiares de un enfermo ofrecían a la Virgen o a algún santo el peso de aquel en especias; cera, trigo, etc., a cambio de su restablecimiento.
Algo similar relatan de un pueblo indio que suele regalar a su jefe espiritual el peso en oro de algunos de los súbditos.
Para nosotros, la expresión vale lo que pesa pasó a significar el reconocimiento a los valores morales o intelectuales de una persona.
Del Diccionario del Buen Decir – Profesor Esteban Giménez – Ediciones Ayui –