Desde sus inicios, la ciudad de Campana tuvo una fuerte influencia a ser industrial; por su vía fluvial, por el ferrocarril, por vía terrestre y su cercanía con Buenos Aires y Rosario… Una prueba de esto nos la ofrece el hecho de que el 13 de abril de 1877, y con la intervención del escribano Alvano Honores, de Don Juan F. Duarte, y de Don Tomás D. Caniese como testigos, el Dr. Eduardo Costa, en representación de Luis Costa, se le vende al Sr. Enrique Balduzzi por $10.000 el terreno donde más tarde se levantaría la Tahona (Molino de harina cuya rueda se mueve con un caballo), cuya construcción le fue encargada a Don Baslao Lepori, y la dirección estaría a cargo de LANFRANCHI.
A finales de 1877, y ya terminada la instalación, se da comienzo al procesamiento y elaboración del grano de maíz. En 1878, Balduzzi y Lanfranchi se asocian hasta que, llegando el verano de 1879, Lanfranchi se aleja del pueblo con sus piedras, por lo que Balduzzi se hace cargo del inmueble, quien instalará, más tarde, un nuevo juego de piedras, que le permitirían moler trigo.
El molino a muelas trabajó sin modificaciones desde mayo de 1879, hasta los primeros días de enero de 1882, en que se rumores de que se instalaría un frigorífico muy importante, hacen que Balduzzi, hombre de visión clara, amplíe la producción de su molino, colocando un nuevo juego de piedras de tamaño mayor, y reemplazando la fuerza a sangre por la fuerza mecánica, cambiando los rudimentarios cedazos (utensilio utilizado para limpiar de tierra al grano), por modernos cernidores (que separaban la harina del salvado)… El establecimiento sufre aquí una segunda transformación, la que le permitirá cambiar su primitiva denominación de “tahona”, por la de “molino de vapor”.
La Tāhûna, ‘Muela de Molino’
Se ha descubierto en el Asia Menor que, desde tiempos antiguos, hablamos por el siglo I a. C, en general los antiguos molían los granos de trigo para hacer la harina, y los impulsaban con molinos a agua. Estos molinos tenían ruedas de paletas horizontales las que, unidas a un eje, movía una piedra, llamada corredora, situada en el otro extremo. Estos molinos, impulsados hidráulicamente, aproximadamente se usarían hasta el año 1000; para entonces, se comenzaron a usar los molinos de viento.
Fueron los árabes quienes, en la Edad Media, introdujeron el uso de uno o varios caballos para mover el molino y así moler el trigo. Estos percherones se movían haciendo girar una muela, con la que se trituraba al trigo. A este artefacto se lo identificó/denominó con la palabra árabe tāhûna, (muela de molino), y fue usado solo al referirse al molino movido por caballos.
Posteriormente se hablaría de “atahona” de asno, rechazando la palabra árabe para designar la tāhûna, ‘muela de molino’. Si bien atahona no se usa desde hace muchísimos años, todavía figura en el diccionario académico. Hoy en día se aplica en el sentido más moderno, tahona, que se refiere al lugar donde se hace el pan, la panadería.
Desde la ciudad de Campana (Buenos Aires), recibe un Abrazo, y mi deseo que Dios te bendiga, te sonría y permita que prosperes en todo, y derrame sobre ti, Salud, Paz, Amor, y mucha Prosperidad.
Claudio Valerio
®. Valerius.