La misoginia no tiene pausa para Javier Milei y su gobierno, en el Día de la Mujer, como símbolo de su escalada, dejó de llamar “Salón de la Mujer” al sitio reservado dentro de la Casa Rosada para pasar a llamarse “Salón de los Próceres”.
El Verde que no Quiere el Gobierno
El pañuelo verde es un símbolo de resistencia de las mujeres en lucha por sus derechos
En tiempos de un pretendido cambio cultural, el Gobierno Nacional, enviste contra todo aquello que formó y forma parte de nuestra esencia como pueblo. No solo en lo cultural, en las relaciones laborales, también van contra los derechos de las mujeres.
Desconocen el femicidio como tal, el derecho al aborto, la igualdad entre en el hombre y la mujer en relación a los sueldos por igual tarea.
Recordar que eliminó el Ministerio de la Mujer, el idioma inclusivo dentro de los documentos de la Administración Pública, la pelea contra Lali Espósito o con su maestra de cuarto grado a la que calificó de: “una gran farsante y mentirosa”
La misoginia no tiene pausa para Javier Milei y su gobierno, en el Día de la Mujer, como símbolo de su escalada, dejó de llamar “Salón de la Mujer” al sitio reservado dentro de la Casa Rosada para pasar a llamarse “Salón de los Próceres”.
Dentro de estos patriotas no hay mujeres, los cuadros que ocupaba: Juana Azurduy, María Remedios del Valle, (asistió a las tropas de Belgrano en Ayohuma). Mariquita Sánchez de Thompson, Cecilia Grierson, (en el siglo XIX fue la primera mujer que se recibió de médica en el país), Lola Mora, Alicia Moreau de Justo, Eva Perón y Florentina Gómez Miranda, entre otras, sus retratos dejaron de estar en La Rosada.
Hoy en el Salón se encuentran los retratos de Juan Bautista Alberdi, Julio Argentino Roca, Carlos Saúl Menem, José de San Martín, Manuel Belgrano entre otros.
La mejor definición de esta lucha cultural que lleva adelante el gobierno, la definió el propio Milei en Davos al sostener: “el libertarismo ya establece la igualdad entre los sexos. la piedra fundacional de nuestro credo dice que todos los hombres somos creados iguales, que todos tenemos los mismos derechos inalienables otorgados por el creador, entre los que se encuentran la vida, la libertad y la propiedad”.
Y agregó: “En lo único que devino esta agenda del feminismo radical es en mayor intervención del Estado para entorpecer el proceso económico, darles trabajo a burócratas que no le aportan nada a la sociedad, sea en formato de ministerios de la mujer u organismos internacionales dedicados a promover esta agenda”.