Realizar un inventario regional sobre las características de las distintas empanadas, además de muy extenso puede resultar tedioso; pero hay que reconocer la existencia de una enorme oferta de variedades, relacionadas a las regiones que le dieron el nombre.
Las Empanadas
Los argentinos y gran parte de los habitantes de países hermanos, nos acostumbramos a pasar frente a pizzerías, restaurantes, rotiserías o simples puestos callejeros, y toparnos con la vista o el aroma de las empanadas, compitiendo con choripanes, tortillas asadas y otros bocados al paso.
Pero cuesta imaginarse una caravana de comerciantes montados en camellos desde tiempos inmemoriales (se estima varios siglos A.C.), atravesando desiertos y tierras inhóspitas durante meses en las antiguas regiones arábigas. Junto a las mercaderías para traficar, los viajeros portaban en sus alforjas lo esencial para mantenerse en vida; como agua, dátiles y otros alimentos perdurables; entre ellos los antepasados de nuestras empanadas.
En el Imperio Persa y sus zonas de influencia y luego bajo la hegemonía árabe, los pueblos consumían un bocadillo muy popular: a nuestros días llegó con el nombre de fatay o esfinha. El relleno de base era la carne de cordero y trigo burgol, presumiblemente envuelto en hojas vegetales. Su consumo se extendió al mundo Mediterráneo incluyendo la Grecia Antigua.
En cada región, la elaboración se enriqueció con los ingredientes típicos que brindaban la tierra y el comercio.
Esas “proto empanadas” habrían ingresado a la Península Ibérica durante la conquista árabe a partir del año 711 de nuestra era, a través de Al Andalus; la actual Andalucía. Desde allí a América, sólo mediaron algunos siglos de conquista hispana.
Se cuenta que al llegar los peninsulares al Chile actual, se encontraron con un alimento de masa relleno con carne molida, huevo, cebolla y condimentos varios, llamado pirru por los araucanos.
A su vez, algunas fuentes asocian la tradicional empanada gallega (rellena con frutos del mar), al precursor fatay árabe.
Más adelante durante la dominación española, en las regiones cordilleranas se utilizaba también carne de llama disecada y a medida que se difundía su consumo, cada pueblo modificó la composición del relleno, saborizado las empanadas según sus usos, costumbres y posibilidades; las harinas también variaban y hasta los tipos de repulgues eran diferentes.
Un detalle no menor, es que en la actualidad las tapas para empanadas de origen industrial conservan el diseño clásico, redondeado y con una circunferencia que oscila entre los 12 y 20 centímetros según la economía que pretenda hacer el fabricante, ofreciendo al cliente las tradicionales o las “rotiseras” de mayor consistencia, tamaño y precio, para freír, para horno y las pequeñas de copetín.
Realizar un inventario regional sobre las características de las distintas empanadas, además de muy extenso puede resultar tedioso; pero hay que reconocer la existencia de una enorme oferta de variedades, relacionadas a las regiones que le dieron el nombre.
Las de carne suaves o picantes, fritas o al horno, admiten muchas combinaciones: con o sin pasas de uva y / o aceitunas; las hay picadas a cuchillo, de pollo, humita, jamón y queso, queso y cebolla (que a su vez se saborizan con diferentes quesos), verdura con o sin queso, con salsa blanca, de vigilia (en base a pescado), las de harina integral y un enorme catálogo sólo limitado por la creatividad de los “empanaderos”.
Entre las regionales más populares podemos citar las salteñas (consumidas en el NOA y en Bolivia), los paraguayos utilizan también harina de mandioca, en el litoral argentino son muy apreciadas las rellenas con pescado de río como el pacú o la boga; y en el resto de buena parte de Latinoamérica, se consumen tantos tipos de empanadas como gustos y posibilidades predominen en esos países.
Desde hace varios años, argentinos emprendedores se desparramaron por el mundo ofreciendo a compatriotas nostálgicos y a extranjeros, sabores nacionales que en éste caso, representan las empanadas al “uso nostro”.
Acerca del volúmen de empanadas consumido por los argentinos en el año 2023, se estima en unos diez millones de unidades diarias (1).
Por su parte, también un registro del año pasado difundido por la Asociación de Pizzerías y Casas de Empanadas de la República Argentina (APyCE), ubica a las empanadas como el tercer sustento más consumido en nuestro país.
1) Agencia Noticias Argentinas – Buenos Aires, 08-04-2024.-
2) APyCE – Diario Popular – Buenos Aires – 23-07-2023.-