Sobre la resolución que promueve prevenir y eliminar la violencia contra mujeres y niñas, Argentina se alineo junto a Corea del Norte, Irán, Rusia, Nicaragua, Burundi y Malí, para oponerse sin importar que 170 miembros que votaron a favor.
Menos Derechos, Más Derecha
En la asamblea de Naciones Unidas, Argentina votó de forma negativa para prevenir formas de violencia. Fue el único rechazo en una lista con 170 votos afirmativos y en el que en las abstenciones figuraron Corea del Norte, Irán, Rusia, Nicaragua, Burundi y Malí. La administración de Javier Milei fue la única de la ONU que votó en contra de una resolución sobre derechos de los pueblos indígenas
Pero eso no quedó allí, tres días después la Argentina volvió a quedar aislada del mundo. En apenas 72 horas, el país quedó otra vez como el único voto negativo, esta vez, en una resolución para «intensificar los esfuerzos para prevenir y eliminar todas las formas de violencia contra mujeres y niñas».
En un puñado de días, por si hacía falta, dejó marcado cuál es su política sobre Género y diversidad cultural.
En el primer documento impulsado: por Bolivia, Venezuela, Dominica, Ecuador, Liberia, México y Paraguay, promueve el acceso a la justicia, la protección del medio ambiente y la preservación de culturas y lenguas de los pueblos originarios. Es la primera votación en ese organismo desde que Gerardo Werthein asumió como canciller.
La resolución aborda la importancia de reconocer y proteger los derechos de los pueblos indígenas a nivel mundial, destaca el reconocimiento del consentimiento libre, previo e informado para los pueblos indígenas en decisiones que afectan sus territorios y recursos naturales. Al respecto, establece que “los pueblos indígenas deben participar plenamente en la toma de decisiones sobre asuntos que afecten sus derechos” y sostiene la relevancia de respetar sus tradiciones y conocimientos ancestrales.
Con esta decisión, Argentina ratifica la posición que Milei le imprime a su política exterior, que se diferencia de la Agenda 2030, el Pacto del Futuro y es renuente a algunos derechos de tercera generación y de incidencia colectiva. La última votación en ONU, aún con Ricardo Lagorio como representante argentino en ese organismo, había sido en favor de que Estados Unidos concluya con el embargo a Cuba. Fue el hecho que generó el desplazamiento de Diana Mondino de la Cancillería y el desembarco de Werthein.
La resolución se explaya también sobre los efectos que el cambio climático produce sobre los pueblos indígenas. En ese sentido, subraya que “el cambio climático supone una amenaza para la supervivencia, la dignidad y el bienestar de los pueblos indígenas”. En esa línea, exhorta a los países de la ONU a incluir a las comunidades indígenas en la formulación de políticas ambientales.
A su vez, el documento impulsa la protección de la cultura de los pueblos ancestrales al señalar que se debe “preservar, revitalizar y promover las lenguas indígenas”. La ONU insta a implementar planes para reconocer el valor cultural y social y resalta que el fortalecimiento de sus lenguas es “crucial” para la identidad de esas comunidades.
Sobre la resolución que promueve prevenir y eliminar la violencia contra mujeres y niñas, Argentina se alineo junto a Corea del Norte, Irán, Rusia, Nicaragua, Burundi y Malí, para oponerse sin importar que 170 miembros que votaron a favor.
Entre los 170 de la mayoría aplastante están Estados Unidos e Israel, a quienes el presidente argentino considera como sus principales aliados.