¡Tantos fueron los días que perdí, y que pudieron haber sido felices! Cuantas fueron las cosas que me quedé con ganas de realizar y, también, otras muchas cosas con el deseo de que perduraran y otras que jamás hubiesen llegado.
Por Claudio Valerio
¡Qué bonito sería poder volver el tiempo atrás! Desde luego que nada de lo perdido así lo sería; mi vida sería la mía y, desde luego, no sería igual… Muchas fueron las cosas que he perdido en el camino por esta vida y que sin haberlas tenido, las extraño.
¡Que ganas tengo de sujetar el tiempo!… Fueron tantos los momentos de dicha que me perdí y tantas las sonrisas que me dispensaban aquellos que más me importaban.
El pasar del tiempo hace que podamos ver los errores y, con esto, fortalecernos. Y son justamente estos los que hacen que nuestra vida sea única. Con cada error se aprende y, reconocerlo, no cambia nuestro estatus y, disculparnos es distinto de mendigar.
«El Caballero de la Poesía » nos manifiesta con este escrito lo que es extrañar más que ayer, y reconocer que llegó al corazón.
Te Extraño…
Dr. Eryuris Zamora Arredondo (La Ceiba-Holguín-Cuba)
Extraño el vino de tus besos
que sucumben como lluvias,
y en chasquidos y locuras,
son penurias y deseos.
Extraño el cálido silencio que
en mis brazos cultivaste y
ligeramente ataste,
como Dije entre mi cuello.
Extraño el brillo de tu miedo y
el cencerro de tu aroma que
desnudan en mis ropas
con un mágico desvelo.
Extraño el silbo del te quiero que
alimenta mis pulmones
liberando los arpones
que atraviesan a mi fuego.
Extraño el mundo y sin remedio
te contemplo insuperable de
esa huella que dejaste
atiborrada en mi pañuelo.