Al gil, dejalo morir otario.
Leng. Lunf. Igual que decir al boludo dejalo que siga boludo.
“Frase atribuida a Carlos Gardel y recogida en el último café nochero de la calle Corrientes y Montevideo: El Ramos) Importa como dejar que el ingenuo, el crédulo o el boludo, siga en las suyas, pensando y accionando como mejor le parezca. Tomarse el trabajo de avivarlo será inútil.”
Porteñerías – Página 36 – Julián Centeya – Editorial Freeland – 1971.
Hace algunos años (cerca de cuarenta), en el consultorio médico de una obra social, un paciente, llamado Sergio Chasco *, me entregó la letra de una milonga que acababa de escribir, a la que tituló «Cuando la guita era buena». Siempre lamentaré haberla extraviado, pero, lo que sí debo agradecerle a mi memoria es que haya conservado de aquella letra esta cuarteta, porteña, sentenciosa, inspirada en una frase que se le atribuye a Gardel y, seguramente, también llamada a folklorizarse:
Si hasta Gardel tan gentil
solía decir a diario:
«Nunca lo avivés a un gil,
dejalo que siga otario.”
Luis Alposta
Médico – Poeta – Ensayista y Letrista – Género Tango
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