Hay ocasiones en las cuales la internación de personas en geriátricos, hospitales o clínicas psiquiátricas, resulta inevitable. Sin embargo, en muchas otras se puede evitar esa situación gracias a los servicios de un grupo de profesionales cuya tarea es poco conocida, pese a su vital importancia: los acompañantes terapéuticos.
A nadie le gusta estar internado en un hospital, en una clínica psiquiátrica o en un geriátrico. Los períodos de internación prolongada muchas veces generan un efecto psicológico adverso, que puede provocar inclusive el agravamiento de los síntomas de los pacientes.
A eso se suma otro tema fundamental: los altos costos que implican las internaciones. Todo eso generó, a nivel internacional, una tendencia que se conoce con el nombre de «externación», o «desinstitucionalización», que busca reducir al mínimo las internaciones, en busca de una mayor calidad de vida para el paciente, y de una más eficiente disponibilidad de los recursos hospitalarios y asistenciales.
La tendencia a la externación comenzó a cobrar fuerza en el mundo en los años ’80, y desde entonces fue adoptada con mayor énfasis por los distintos ámbitos vinculados con la salud.
En ese sentido, cobra una gran importancia el acompañante terapéutico.
Funciones de los Acompañantes Terapéuticos
Como su nombre lo sugiere, el rol del acompañante terapéutico es acompañar en la vida cotidiana a personas que por su condición necesitan asistencia permanente, tales como pacientes geriátricos, psiquiátricos, con enfermedades crónicas o terminales, y cierto tipo de discapacitados.
El acompañante no es un terapeuta, el acompañante debe escuchar al paciente y tener un excelente diálogo con él, pero nunca interpretarlo ni hacerle observaciones psicológicas.
Los egresados de cursos o carreras están debidamente capacitados para seguir las indicaciones de los responsables médicos y legales de los pacientes, con los cuales mantienen reuniones periódicas y los mantienen permanentemente informados. Además, están formados tanto en la teoría como en la práctica hospitalaria, para actuar frente a una crisis o necesidad del acompañado.
Vocación Social
Es fundamental, para quienes siguen esta formación, tener vocación por escuchar y ayudar a los demás.
Por lo general, quienes trabajan en centros asistenciales públicos o escuelas ejercen su rol de acompañante cuatro horas por día. La idea es que el paciente esté acompañado durante el día por distintos asistentes.
Salida Laboral
Las posibilidades de trabajo son variadas. Se puede prestar el servicio a pacientes individuales, o trabajar en instituciones públicas o privadas tales como hospitales, clínicas de ancianos, hogares geriátricos e institutos de rehabilitación de discapacitados.
Red Asistencial de Buenos Aires REDBA – Año 2021