La fórmula de Dirac o del amor: (∂ + m) ψ = 0 define que “Si dos sistemas interaccionan entre ellos durante cierto periodo de tiempo y después se separan, podemos describirlos como dos sistemas distintos, pero de forma sutil se convierten en un sistema único”. Amplia el concepto expresando que lo que le ocurre a uno sigue afectando al otro, incluso a distancia de kilómetros o años luz.
El amor es la fuerza de gravedad entre seres, puede ser dos o más, es una efusión química que deja resonancias en quienes la han padecido. “Cuando se tiene al blanco en la mira y se produce el contacto visual, una descarga eléctrica pone al cerebro en un estado especial que despierta a un conjunto de células en el sistema límbico, que secretan a su vez una sustancia conocida como feniletilamina” (Flores, 2008)
En la mitología griega cuenta que a cambio de la paz, los atenienses debían enviar siete jóvenes y siete doncellas cada año para alimentar al Minotauro que solo comía carne humana.
Un año, Teseo, hijo del rey de Atenas, se montó al grupo para liberar a su pueblo del tributo. Como Ariadna estaba enamorada le entrego un ovillo del hilo para que pudiese hallar el camino de salida del Laberinto tras matar al Minotauro, se escapan Ariadna y Teseo son felices durante su travesía por el mar Egeo, hasta que la embarcación llega a una isla. Ahí, Teseo, en un acto infausto, la abandona mientras ella duerme, debo agregar que el final tiene distintas versiones. El laberinto está trazado para que llegues al medio, y luego descubras el escape por la simple razón de siempre avanzar.
Quienes interpretan estos mitos, nos cuentan que expresa la forma como el amor nos ofrece una vía para vencer a nuestros monstruos y encontrar la salida de los laberintos. Es una mirada trágica de la existencia. “Cuando uno toma conciencia del misterio de la existencia y no lo entiende, pero por pura sinceridad y coherencia interior necesita respuestas hasta el dolor, entonces uno encuentra su dorado y maravilloso hilo de Ariadna”. -Cyrano-
La verdad que el ser humano, solo llega a la completitud, cuando puede ser en los otros, los que crían hijos desde el gozo lo experimentan y lo singularizo de este modo, porque entiendo que no todos lo alcanzan.
En El arte de amar, Erich Fromm dice que “Para la mayoría de la gente, el problema del amor consiste fundamentalmente en ser amado, y no en amar, no en la propia capacidad de amar.”
“Yo diría, pues, que el amor – ustedes me perdonarán que él me inquiete- el amor es la verdad, pero sólo en tanto que a partir de ella, a partir de un corte, comienza otro saber distinto del saber proposicional, el Saber Inconsciente.” El carácter fatal del amor es la conjunción de dos medio-decires, de dos saberes inconscientes que no se recubren, ya que son intrínsecamente distintos. Es la división irremediable. “Cuando se recubren – los dos Saberes Inconscientes- esto constituye una sucia mezcolanza” Lacan (3, clase del 15/1/74) (1)
Para este humilde mortal, el amor es sobre todo una encantadora expectativa, es enlazar aditamentos reales y ficticios en un otro, que puede durar una existencia o hasta el ocaso de la desilusión o hasta un nuevo alumbramiento.
Para finalizar les diré que me anime a escribir estas breves líneas, por estar cumpliendo cuarenta y un años de casado con Andrea, la culpable de todo. I love you baby!!!