Las manos son el instrumento más preciado, para todo artista, lo sabían los esbirros de la dictadura de Augusto Pinochet , cuando destrozaron las manos de Víctor Jara, así como simbólicamente también tienen fuerza, así cortaron las manos del cuerpo de Juan D. Perón.
Las diferentes posturas que pueden presentar una mano, su posición sobre el cuerpo e incluso las distintas disposiciones que pueden presentar los dedos, corresponden, en cada una de las culturas, a nociones, categorías o acciones concretas.
Así, la mano extendida con los dedos hacia arriba suele ser símbolo de la voz, la mano abierta significa cualquier tarea humana, la mano tendida es símbolo de amistad, pero, sobre todo, la mano se identifica con las ideas de autoridad, protección, poder y fuerza.
Hay en la historia del arte occidental un escultor que, como pocos, ha sabido dominar el modelado y dotar de vida y espontaneidad a las figuras, me refiero a Auguste Rodín, quien confió buena parte de la expresividad de sus esculturas a la posición y los gestos de las manos de sus personajes, haciendo incluso de las manos un tema en sí mismo. De entre este grupo de esculturas habría que recordar ahora una titulada Mano de Dios, fechada entre 1898 y 1902, en la que, de una piedra apenas desbastada y premeditadamente informe, surgen unos dedos gigantes que modelan y sirven de cobijo a una pequeña criatura femenina que recuerda, por su postura y proporciones, a las figuras esculpidas por Miguel Ángel.
Para nosotros Maradona, le dio otro significado a esa mano, contra los ingleses.
La Biblia, en el Génesis, nos presenta a Dios como un escultor que con sus propias manos toma el humilde barro lo amasa y le insufla un alma convirtiéndolo en hombre a su imagen y semejanza. La mitología griega ofrece su parangón mostrándonos a la diosa Afrodita dotando de vida a una escultura en marfil de la que el chipriota Pigmalión se ha enamorado. Todo el arte estatuario se apoya en este tipo de mitos. Las estatuas clásicas representan dioses o héroes, santos y próceres conformas que pretenden imitar la sensación de vida que tenía aquella figura creada por Dios con sus manos.
Se establece así una analogía entre acto y representación que confiere un sentido más profundo a la obsesión de presentar el espacio a través de la acción de mostrar la mano.
Hay manos que se presentan extendidas, como las que aparecen silueteadas en las cavernas prehistóricas de El Castillo (Cantabria) o Pech-Merle (Lot) .
La imagen de Adán y Dios en la Capilla Sixtina, despliega una inquietante energía lograda por Miguel Ángel.
José David de Jesús Alfaro Siqueiros – el gran muralista mexicano, nos impacta con una obra donde dos manos rompen unas cadenas, enormes y únicas protagonistas de la obra.
De otra manera pero con no menos fuerza, la obra Sin Pan y sin Trabajo, que está en el museo de Bellas artes.
Recordemos cuán pequeñas son las manos de los
hombres, qué rápidamente se fatigan y el poco tiempo
que las ha sido dado para moverse. Nos preguntamos
quién domina esas manos. ¿Quién es ese hombre?
Rainer Maria RILKE: Rodin -1903
El conocimiento del mundo y sus objetos por medio de la mano es tan intenso como lo es la imagen que nos formamos de él a través de la vista.
II
En cuanto elemento activo, la mano, como le sucede al cerebro en su corteza conformada por las fisuras, muestra en su epidermis una configuración física trazada por infinidad de plegamientos , de surcos y señales que son consecuencia de las acciones que constantemente está realizando.
Cada uno de los trabajos ejecutados por la mano conlleva estiramientos y plegados que han dejado en ella sus marcas, produciéndolas características arrugas en las rótulas de los dedos o los surcos que configuran las líneas de la palma, donde distinguimos un espacio asombrosamente extenso y complejo que solemos describir, a pesar de su reducido tamaño, en términos paisajísticos, denominando a las protuberancias musculosas como montes y a la gran depresión central con el nombre de valle , en el que distinguimos , a su vez , esos ríos formados por varias arrugas que se cruzan y encadenan, que son el testimonio de las variadas y diferentes acciones que las manos están constantemente realizando. Pero hay quienes van más allá, quienes no se conforman con examinar esas líneas como simples testigos físicos de acciones pasadas a las que fueron dedicadas las manos y las interpretan como líneas del destino, como marcas del futuro.
Los quirománticos interpretan la vida y el destino en otro lugar, en los surcos de la palma.
Las Manos del Arquero
“En esencia, el fútbol es un juego en el que se hace avanzar una pelota empujándola con el pie para introducirla entre unos postes, estando expresamente prohibido el uso de las manos. De los once jugadores que intervienen en cada equipo, todos deben utilizar los pies para hacer avanzar el balón, pero uno, sólo uno, está autorizado a servirse de las manos. Ése es el arquero.
Uno de los momentos cruciales de un partido de fútbol es cuando se ejecuta un penalti, momento en que un jugador contrario, sin intervención de sus otros compañeros, dispara el balón sobre la portería. El arquero, solo ante los miles de espectadores que le contemplan, deberá tomar una decisión en el preciso instante en que el jugador contrario golpee con el pie el balón.”
La historia del arquero jugador, es otra historia, interesante, no sé si nació con el gran Amadeo Carrizo, con el Loco Gatti, o con el arquero de Vélez Chilavert, pero eso es otra historia…
III
Apuntes sobre el tema.
En el tango las manos no fueron olvidadas, “mano a mano, hemos quedado” y Las manos de la vieja, pero como dije antes, eso es otra historia…
El folklore también dedico numerosas composiciones a las manos: Peteco Carabajal nos dice: “Las manos de mi madre parecen pájaros en el aire”
Como Pájaros en el Aire
I
Las manos de mi madre
Parecen pájaros en el aire.
Historias de cocina
Entre sus alas heridas de hambre.
Las manos de mi madre
Saben que ocurre por las mañanas
Cuando amasan la vida
Horno de barro, pan de esperanza.
II
Las manos de mi madre
Me representan un cielo abierto
Y un recuerdo añorado
Trapos calientes en los inviernos.
Ellas se brindan cálidas
Nobles, sinceras, limpias de todo.
Cómo serán las manos
Del que las mueve gracias al odio.
Las manos de mi madre
Llegan al patio desde temprano
Todo se vuelve fiesta
Cuando ellas vuelan junto a otros pájaros.
Junto a otros pájaros que aman la vida
Y la construyen con el trabajo.
Arde la leña, harina y barro.
Lo cotidiano se vuelve mágico.
Se vuelve mágico, … o … o … o.
Fuente: Musixmatch
Compositores: Peteco Carabajal – (Canción)
Muchacha Ojos de Papel
Sueña un sueño despacito entre mis manos
hasta que por la ventana
suba el sol
Las Manos de Fermín son otro tema, ¿no?, pocos están dedicados a las manos…
Texto y Producción Miguel Angel Lucero