En el año 1917 Florentino Delbene asociado a Domingo Masiello adquiere una fracción de tierra en las actuales Avenida Crovara y General Paz en la localidad de Villa Madero, en el partido de La Matanza. Por entonces en la zona, tanto del lado de Provincia como del porteño barrio de Mataderos, abundaban las fábricas y depósitos de productos derivados del sebo animal, por la proximidad de los antiguos mataderos. El emprendimiento de Delbene y socio se ocupaba de la producción de sebo y jabón. Dos años más tarde y ya con Masiello fuera de la sociedad, Delbene se une a Vito Sabia, integrando el nuevo directorio también los hijos de ambos titulares; entre ellos, quien sería una gran estrella de la actuación, Floren Delbene. El actor más adelante se entregó a su profesión con dedicación exclusiva.
Así nace la firma La Nacional y en 1927 el primer jabón de marca propia llamado “Batalla”.
Le sigue otra versión de calidad superior al que llaman “Delbecia”. Dos años después lanzan al mercado el producto que hará historia: Jabón Federal. Un pan de 500 gramos conocido como “de lavar”, sobre cuyo nombre no hay certeza del origen. La empresa por entonces ya era conocida como Delbene Hnos. y Cía.
Por otra parte en 1923 habían adquirido la planta de “La Argentina” en la localidad bonaerense de Berisso, productora de aceite y harina de pescado.
A su vez, el “hombre orquesta” de la firma, Vito Sabia, buscando espacios para difundir sus productos, en 1931 contacta con el productor radiofónico Jaime Yankelevich. Así Jabón Federal desembarca en la radio generando una intensa campaña publicitaria que será exitosa durante muchos años. Federal auspicia radionovelas, concursos y programas de distintos géneros. También diarios y revistas exhiben en sus páginas avisos de Jabón Federal.
Dos años más tarde y debido a la creciente demanda, los empresarios adquieren maquinaria importada muy moderna, elevando la producción a 35 y 40 toneladas diarias y un camión publicitario, recorre el país brindando funciones de cine gratis a cargo de Federal.
En 1934 y diversificando su oferta, se instala la planta de concentración de glicerinas industriales, llegando a salir de planta una tonelada diaria. En esa década aparecen en los mostradores los espirales e insecticidas marca “Caracol”. Además de mantener su línea de productos, Federal abastece a empresas jaboneras como Llauró, Conen y otras.
Cuatro años después, la popularidad de Jabón Federal es indiscutible. No obstante, una nueva campaña publicitaria bautizada “La llave de la felicidad”, gana la calle. Se trataba de pequeñas llaves de oro ocultas al azar en algunos panes de jabón, A quien hallare esa llave, se lo premiaba con una casa completamente amueblada. Serían 16 las viviendas entregadas bajo ese concepto, promocionando el jabón de tocador “Manuelita”.
El gran volumen de jabón que a diario se producía, generó a su vez un aumento de aguas residuales de la que se obtiene la glicerina industrial. En un año en que la sombra de otra nueva guerra mundial se cierne sobre el planeta, tal insumo se convierte en un material estratégico. Con glicerina se fabricaban explosivos, pero también era utilizada en la industria farmacéutica. El estallido del segundo gran conflicto colocó a la empresa en una situación difícil, ya que la presión de los países aliados sobre los gobiernos argentinos para que prohibiera las exportaciones del material al Tercer Reich, eran muy fuertes.
No obstante, Federal continúa alimentando el mercado interno. En el terreno de la propaganda, una nueva ofensiva atribuida a la creatividad de Don Vito Sabia ocupa el espacio radiofónico con programas como “Serenatas Porteñas”, “Noches de Gala de Federal”, “La Gran Pensión del Campeonato” y otros programas muy populares, con estrellas del espectáculo de primera línea.
En 1943 aparecen en almacenes y jabonerías las velas marca “El Cóndor”, “Nochebuena” y “Martha”; todas de Federal. Tres años después, la razón social pasa a ser Jabón Federal de Delbene Hnos. y Sabia Ltda. SAIC. El Dr. Horacio Pozzo preside el directorio. Es también 1946 el año del lanzamiento de su primer jabón en polvo y se construye una torre metálica de soplado de 33 metros de altura.
Con el paso de los años, Federal se afianzó como una firma emblemática del rubro jabonero local.
Incorporó nuevos productos acordes con la modernización del mercado y las demandas de nuevas generaciones de consumidores. La televisión fue incorporada a las herramientas publicitarias tradicionales. En 1960 es incorporada a la planta otra torre de enfriamiento y secado que permite obtener seis toneladas de producto por hora. Cuatro años más tarde, se agrega un nuevo destilador de ácidos grasos, que procesa 72 toneladas de material diarios. Es a finales de esa década que aparecen otros productos de esa firma que lograrían una rápida aceptación de los consumidores: jabón Limzul, jabón en polvo Gran Federal Marfil y El Zorro. Además continúan en cartera los insecticidas Caracol.
Entre 1972 y 1976 la empresa adopta el nombre definitivo de Federal S.A. pero en 1997 es vendida a la firma estadounidense DIAL y en 2003 es incorporada al portafolio de The Value Brand (TVB) del grupo de inversores Southern Cross (SC).
En la actualidad, responde al nombre de Alicorp, marca de origen peruano que explota el rubro de tocador y limpieza entre otros renglones.
La asombrosa danza de marcas que desde el último cuarto del siglo XX incursionaron sobre empresas de largo arraigo en la industria argentina, no afectaron la memoria colectiva que las sigue recordando tal cual eran hace muchos años, cuando sus propietarios en muchos casos, eran también vecinos de sus proveedores y empleados.