Dos ciudades bonaerenses están vinculadas a los comienzos de esta cancionista de tangos, tal vez la más perfecta de todas; una es La Plata, donde se radicó de niña y conoció a su primer marido, el guitarrista Pablo Rodríguez, en 1923; la otra, Bahía Blanca, donde debutó acompañada a la guitarra por su cónyuge. Poco más tarde – el 12 de octubre de 1926- se presentó en el famoso café “Nacional”, de la Calle Corrientes de Buenos Aires. Allí comenzó su rutina de cafés y lugares nocturnos. En uno de ellos, el “Chantecler”, donde la acompañaban Rodríguez y Reynaldo Baudino, la descubrió Rosita Quiroga, que, con gente de la Víctor, buscaba nuevos valores. De la mano de Rosita grabó, el 15 de diciembre de 1927, Estampa rea, de Eduardo de Labar y Alfredo Navarrine, y El Morito, de Oscar Roma y Eugenio Cárdenas. Son las primeras grabaciones en su carrera discográfica de cuarenta años (la postrera fue con la orquesta de Emilio Brameri).
En 1933 era ya primera figura y por eso se la convocó con las mas rutilantes estrellas del tango para intervenir en la película Tango, donde interpretó Cantando, una creación propia de pronto se convirtió en un clásico del género, y la Milonga sentimental, de Manzi y Piana, que había grabado el 4 de octubre de 1932 y que el 3 de febrero de 1933, cuando militaba en la compañía de revistas del “Maipo”, canto en el teatro “Solís” de Montevideo, ocasión ésta en que el gran poeta Fernán Silva Valdés la suplicó: “Dígale a ese joven Piana, que usted me dice es el autor, que él es la milonga misma”.
La vida de Mercedes Simone es la de una estrella de radio, a la que el cine le fue esquivo.
Intervino en filmes Sombras Porteñas (1936), La Vuelta de Rocha (1937) y Ambición (1939), pero el mayor número de admiradores se lo conquistaron los micrófonos de las broadcastings y los teatros y lugares nocturnos de toda América, desde Tierra del Fuego hasta México. De sus actuaciones en Rio de Janeiro trajo Favela, la hermosa canción de Joracy Camargo y Kekel Tavares, que grabó el 27 de junio de 1934. En México, donde en 1942 triunfó en “El Patio”, que cuatro años más tarde sería escenario de otro triunfo notable el de Libertad Lamarque, cantó Noche de ronda, el famoso vals-canción de Agustín Lara, que había grabado el 11 de mayo de 1937. También obtuvo éxitos singulares en Chile, en Venezuela, en Cuba, en Colombia, en la Republica Dominicana. De los años 1936 y 1937 son sus grandes creaciones discográficas: Háblame de amores, Mariú, India, Milagro, Milonga Triste, Será una Noche.
Una enfermedad cruel, que sobrellevó con admirable entereza, la enmudeció prematuramente El 17 de junio de 1969 la Academia Porteña del Lunfardo realizo en su honor una sesión pública. Era el reconocimiento de cultura popular a quien fue llamada con entera verdad “La dama del tango”. La admiración que se profesa a Azucena Maizani estaba hecha de cariño; la que se profesaba a Rosita Quiroga, de simpatía. A Mercedes Simone se la admiraba respetándola. Infundía respeto y, dentro de las limitaciones del público, una admiración casi intelectual.
Mercedes Simone nació en Villa Elisa (provincia de Buenos Aires) el 30 de abril de 1904 murió en Buenos Aires el 2 de octubre de 1990.
Letras de Tango – Tomo III – 1997 – Ediciones Centro Editor – José Gobello