Cuando hablamos de romper el chanchito, hablamos de utilizar los ahorros que allí hemos guardado en forma de monedas o billetes.
En realidad, la alcancía con forma de cerdito tiene muchas teorías.
Algunos dicen que se originaron en China durante la dinastía Qing, entre los siglos XVII y XX. Los cerdos, considerados animales sagrados para la cultura china, son símbolo de abundancia y riqueza, entonces tomaron la forma de alcancía en algún momento.
Remontándonos en el tiempo, también en excavaciones realizadas en asentamientos griegos y romanos se hallaron objetosque se utilizaban para acumular monedas.
Sin embargo, mis abuelos contaban que sus padres tenían la costumbre de comprar un cerdo al que alimentaban con las sobras de comida de la casa y que cuando estaba a punto se lo carneaba para hacer facturas de cerdo, jamones, chorizos, morcillas que los acompañarían el año entero.
Era un par de días de duro trabajo que daba sus frutos. O sea, la alcancía era el cerdo para los “laburantes”.
Como sea, más allá de ello, desde que el mundo decidió una forma de ahorro en alcancía, sea cual sea la forma del objeto usado para tal menester, para acceder al dinero se debía romper el recipiente o en su defecto tener una gran paciencia para sacar las monedas por la ranura, una por una.
Mis abuelos solían contar anécdotas referidas a las distintas formas de ahorro: dinero guardado en frascos, en cajas, abajo del colchón, detrás de un espejo, etc.
En mi niñez, alcanzaba con una lata de café, al que con la punta de una cuchilla se le hacía una ranura en la tapa. Generalmente colocaba monedas, y me gustaba sacudir la caja y sentir el tintinear de las monedas. Con el tiempo, tuve mi propia libreta de ahorro, pero nada fue parecido a la emoción de sacarle la tapa a la lata (romper el chanchito) y contar moneda por moneda para comprar aquello que deseaba.
También es cierto que hubo gente que ahorró por años y que a su muerte los herederos se encontraron con billetes fuera de circulación, monedas en desuso o en el mejor de los casos, si era factible de ser usados, debido a la inflación para poco o nada servían. ¿El sentido del ahorro está emparentado con el sentido de la ilusión de estar un poco más acomodado económicamente? Ahorrar para mañana como si el mañana se pareciese al hoy…
¿En estos tiempos se ahorra en moneda virtual? Claro que las criptomonedas no tintinean al sacudir la gran caja, pero que hacen ruido, hacen ruido. ¿Cómo se hace para ahorrar en bitcoins? Parece ser que Una vez que los has comprado, y los tenés en tu wallet o sea tu billetera virtual, los almacenas en un lugar seguro que tiene algo así como 12 palabras clave, y listo. En realidad, dado mi generación, parece que todo esto tan intangible, tan moderno, tan “cripto” ( oculto) no destila lo que si destilaba mi vieja alcancía de lata: la alegría de abrirla como si fuese una caja de ilusiones que se hacían realidad, en cambio la criptomoneda me recuerda a una caja de Pandora que aún teniendo aparentemente un aspecto muy tentador y beneficioso, puede ser perjudicial…
Mi abuela decía: más vale pájaro en mano que cien volando, y como no me dedico a nada que tenga que ver con la bolsa de valores ni con grandes inversiones prefiero que mis nietos ahorren en alcancía. Las ilusiones no se pueden comprar, pero que suena, suenan…