Historietas
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El Primer Dibujo Animado Argentino
Un importante miembro de los estudios Disney se quedó asombrado de lo que se había conseguido
El Primer Dibujo Animado Argentino

Dante Quinterno (Director)

El 19 de octubre de 1928 en la tira diaria que Quinterno publicaba en el diario Crítica aparece el indio Curugua – Curiguagüigua, a quien Don Gil Contento (así se llamaba la historieta) bautiza como Paturuzú. Luego de convertirse en un éxito, en los primeros años de la década del 30 su creador viaja a los Estados Unidos a trabajar y perfeccionar en dibujo animado.

“Vino embalado de los Estados Unidos y se veía que su meta era hacer dibujos animados”, recuerda Eduardo Ferro, uno de los participantes en la producción y  encargado de manejar la revista mientras Quinterno ponía sus energías en el filme. En 1940 comenzó el proyecto con su experiencia adquirida en animación y la calidad y el talento de Lovato y Blotta.

Sobre el tiempo total de realización hay dos versiones. Una dice que la idea original era hacer un mediometraje y procesado en los laboratorios Agfa de Alemania, que a su vez proveían de acetato (elemento indispensable para hacer los originales de los dibujos) y el celuloide. La Segunda Guerra Mundial perjudicó la frecuencia que debía tener el envío de material, tanto del virgen como del procesado. Inclusive, los que apoyan esta hipótesis aseguran  que en el fondo del océano Atlántico quedaron varias secuencias y por eso se tuvo que hacer un cortometraje de 16 minutos. La otra – que entre otros sostiene Eduardo Ferro- es que el material elaborado alcanzaba para hacer una realización de más de 32 minutos, pero por cuestiones exclusivamente artísticas se decidió cortarla. “Es más – agrega Ferro-, había unas escenas de Patoruzú con el bebé, que animó Blotta y eran una joya. Técnicamente eran perfectas pero no se pusieron en la película porque distraían del tema central”.

El filme narra la historia del secuestro de Upa- el gigante hermano menor de Patoruzú- por parte del gitano Juaniyo. Patoruzú encuentra a Upa y tiene una brava pelea con Juaniyo. Esta es la secuencia principal de la película y, según Ferro, “es tan lograda que apuesto a que los técnicos de la Disney no le cambiarían nada”. Esta seguridad Ferro la apuntala con una anécdota: “Cuando estábamos por la mitad de trabajo- señala- y ya había muchas animaciones para mirar, vino un importante miembro de los estudios Disney, que se llamaba Babit. Se quedó asombrado de lo que se había conseguido”.

Patoruzú y Upa – La Maga – 16-09-92

Uno de los mayores inconvenientes fue la búsqueda de la voz para Patoruzú, que provocó un numeroso desfile de gente por las oficinas de Avenida de Mayo 1410, donde se encontraban la redacción y las oficinas en las que se elaboran los dibujos animados Es probable que todavía retumben algunos de los “Huija” característicos de Patoruzú, que no dejaban conformes a los realizadores y que finalmente eligió Quinterno.

Durante los dos años de trabajo muchos creyeron que el perfeccionismo de Quinterno lo iba a llevar a no terminar nunca su película. A pesar de que siempre fue encargado de tomar la última decisión, muchas veces se mostró poco conforme con el producto.

Ferro asegura que en ese perfeccionismo se basa gran parte del éxito de Quinterno. “Más de una vez no se nos ocurría como iba a ser la tapa de la revista o como tenía que ser la escena de la película y él era capaz de tomas una decisión y al otro día decir que no le gustaba. Se me ocurre que la obsesión porque las cosas le salieron bien tenía que ver con su gran romanticismo. No había que ser demasiado inteligente y perspicaz para darse cuenta de que no iba a ganar plata con Upa en apuros, pero igual siguió adelante y nunca dejó de pagar buenos sueldos a sus colaboradores”.

El Nacimiento del Personaje de Patoruzú
En 1928, Critica- el diario por el que pasaron los más destacados dibujantes a lo largo de su medio siglo de existencia- publicada entre ss historietas una titulada Aventuras de Don Gil Contento.

Su autor era Dante Raúl Quinterno, un joven dibujante nacido el 26 de octubre de 1909, que desde los 1 años había incursionado en distintos medios. Quinterno- discípulo del célebre caricaturista Diógenes El Mono Taborda- venia publicando en la revista Mundo Argentino desde 1926 uno de sus personajes más famosos: Don Fierro, que en un principio se llamó Don Fermín.

Quinterno había creado también otros personajes que fueron menos duraderos , como Manolo Quaranta publicado en La Novela Semanal o Panitruco en El Suplemento, que dibujaba con guion del entonces estudiante de arquitectura Carlos Leroy, y al que Quinterno califica como su “primer balbuceo en el campo grafico periodístico”..

El miércoles 17 de Octubre de 1928, en la cabecera de la página 5 de Critica y a la manera de una información periodística, se consigna a dos columnas: “Don Gil Contento adoptará el indio Curugua- Curiguagüigua”, explicando que se trataba del ultimo vástago de los “tehuelches gigantes”, desamparado ante la muerte de su tutor y patrón, tío de Don Gil Contento. Al dia siguiente, se recuerda la inminente aparición del personaje, que se concreta el viernes 19. En el primer cuadro de la tira de Don Gil Cotento asoma desde un tren de carga  Curugua- Curiguagüigua, quien saluda a su nuevo tutor en un indefinido dialecto:

– ¡Guagua! ¡Piragua! ¿Vos sos meu tutor, chei? ¡ Curugua- Curiguagüigua te saluda!

Y Don Gil Contento responde:

-¡Por fin llegaste, Patoruzú! ¡Te bautizo con ese nombre porque el tuyo me descoyunta las mandíbulas!

¿Por qué ese cambio de nombre sobre la marcha? ¿Estaba previsto que Don Gil Content desestimara arbitrariamente el nombre impuesto por el propio autor al personaje que habría de acompañarlo en la tira? El periodista Mariano Juliá, quien conociera a Quinterno durante el paso de amos por la Editorial Atlántida, convirtiéndose en uno de sus más estrechos colaboradores hasta el día de hoy, clarificar el episodio: “Muzio Sáenz Peña, maestro de muchos grandes periodistas, le dijo: No, con ese nombre no va a ningún lado; tiene que buscar un nombre pegadizo, ¿Quién se va a acordar de Curugua- Curiguagüigua? Y había en aquella época la pasta de oruzú, que se compraba en la farmacia y comían los chinos. Pasta orozú… Patoruzú… Y quedó Patoruzú”.

Pero la historieta, con Patoruzú, solo llego a publicarse dos días en Crítica. Ya sea por una oferta más interesante o por desacuerdos salariales. 26 días después de su abrupto fin en el diario de Natalio Botana, Dante Quinterno aparece firmando en La Razón la historieta Julián de Monte Pío.

Durante casi dos años, Julián de Monte Pio es el protagonista exclusivo de la tira de La Razón. Este personaje no es otro que Isidoro Cañones (Quinterno lo bautiza con este nombre a partir de 1935). Pero el 27 de septiembre de 1930- que al igual que en la última aparición de Patoruzú cae sábado- Quinterno reflota al indio, que con el tiempo se convertiría en el más popular de la historieta argentina.
(Extracto del informe Los 60 años de Patoruzú publicado por Oficio Grafico en Octubre de 1988)

Patoruzú y Upa – La Maga – 16-09-92

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