Tradiciones
Fecha de Publicación:
Omar Moreno Palacios y Pancho Laguna
Me llamo Pancho Laguna, su amigo, su servidor
Omar Moreno Palacios y Pancho Laguna

Un Cuento de Pancho Laguna

Tropel de yeguas en el corral, ¡ábranle cancha que l’echo un pial!
De afición soy guitarrero y, de atrevido, cantor.

Me llamo Pancho Laguna, su amigo, su servidor.
Flojale un poco, ‘ta medio ‘orcada…
¡Guarda paisano la manotiada!
Me llamo Pancho Laguna,
su amigo, su servidor.

Omar Moreno Palacio

Así empezaba Pancho Laguna, por milonga corralera; hombre con historia bonaerense, cuando el duende de la macaniadura le bordoneaba la persona. ¿Cómo fue que naufragó un encargue, tocó el timbre, Garcilazo? – le pregunto Joergelino Movia desde atrás del matorral de los bigotes.

-Cuéntele a los muchachos.

Y Pancho empezaba:

-Una ocasión juimos con Efágilo Totrongil a peludear a lo del Colorao Rago, que le decían Feriao, y que dicho sea de paso-a Efágilo se le dio vuelta el picaso y le apretó hasta la lengua y todo por traer un peludo recostado por la costa del alambre. Desde entonces ve un charango y se le caen las lágrimas; le tiene «persuasión» a esos bichos…

Güeno, como les contaba, cayimos al rancho a eso de la una… ¡Qué a la una! ¡Las dos! ¡Las tres, las cuatro!… Yo qué sé… ¡Las cinco! ¡Yo qué sé a hora cayimo! A la oración cayimo…, menos cuarto ma’ o meno, cayimo… Y eso. Nos saludamos al contao y nos machucamos los matambres con los abrazos. ¡Y ya echaron el consumo tamién! (Un borrego menos pa’l descascarrie) ¡Y ya lo está asando Garcilazo! Y en cuantito estuvo, lo agredimos al lanar a cuchillo y con galleta. Teníamos más hambre que ratón de iglesia. Después que tuvimos la panza desapetitada, la guitarra copo el fogón, y ¡ya canto Garcilazo!- que ñe dicem “el lapiz”, porque no tiene gollete-, y que una vez que el Colorao lo mando el pueblo por un encargue, todo el timbre, salio una señora y le pregunto: “¿Qué desea, señor?”. Y Garcilazo le contestó: “No shé”. Y a la señora se le salieron los ojos de los pupitres..

Güeño, como les contaba, cuando este individuo canta, le sale una voz torcida porque la tiene muy “tomada”… y a las tres, ¡que a las tres! A las cuatro, a las cinco, seis, diez… ¡qué sé yo a las cuantas milongas! la “melodía” se le sentaba en un banquito, sudando, y con los ojos afuera.

Claro, como la voz le viene de lejos, sale cansada… ¡Puá! ¡De ayá leeejos le viene la voz, le viene!

-Resulta-dice Pancho- que al campo del Colorao lo cruza el Canal 2 que divide los partidos de Guido y Maipú, ansí que para recorrerlos lo tienen que cruzar obligao y, como no tiene puente, ocurrió nomás… Una mala maniobra del zaino, y Garcilazo al agua…

¿Ustedes han visto alguna vez un bagre con chambergo pidiendo auxilio desesperao como gitano que ha perdido el oso? ¡Aaaabuelita que estás viejita! ¡Qué afición pa’ tragar agua ese gaucho! Era burbuja con patas que arrastraba el llquido elemento… Y el Colorao, ¡lonja y lonja por la orilla! Y Garcilazo que gritaba: «¡Me voy, hermano!». Y el Colorao le contestaba: «¿Llevás plata?». «¡Me dentra agua en las orejas!», gritaba Garcilazo. «¡Hacete el sordo!», le contestaba el Colorao meta lonja por la orilla. Y los terneros no podían mamar porque las vacas se revolcaban de risa…

Por suerte, Garcilazo quedó pescao en un alambrao que divide el potrero. El Colorao sujeta el montao, la sienta en los garrones abriendo surco con las tazas — digo, con los vasos-, que dicho sea de paso los surcos se enllenaron de gaviotas, revolea la persona contra el suelo y, como no tenía vichero, -además, na- die recorre el campo con vichero- lo vichereó con el lazo pa’l exterior de afuera y Garcilazo temblaba como caballo con frío.

El Colorao ató a Garcilazo de las patas a los tientos, montó y salió el trotecito pa´que el hombre se fuera desahogado. A la noche estuvieron de festejo; no sólo por el salvataje agrario sino también porque Garcilazo trajo una lisa en cada espuela y si no, que le pregunten a la mujer del Colorao, que le dicen «el alazán de Cirilo», porque no te da ni un kilo, como le dio al Colorao…

«Matorral» Movia le pregunta a Pancho:
-¿Flor de susto el de Garcilazo, no?

Y le contesta Pancho:
-Con decirte que de este lao del Canal recorre…
-¿Y del otro lao? – le pregunta «Matorral».
-Del otro lao pasa lista, nomás.

Por Omar Moreno Palacios

Folklore y Tango – Abril 1980
Temas
Comentarios
Hacete la Película
Como Si Fuera la Primera Vez

Como Si Fuera la Primera Vez

Es una excelente comedia romántica, con una premisa original, un elenco que brilla en cada plano y un encanto imposible de evadir. Es el largometraje ideal para aquellos que no disfrutan del género romántico y, para los que sí, un deleite.
Miren al Pajarito
Mirá el Pajarito y Decí “Whisky”

Mirá el Pajarito y Decí “Whisky”

Como Ricardo Guiraldes de Don Segundo Sombra, Florencio Molina Campos pinta un campo que, en los años 20 del siglo pasado, había dejado de existir. El proceso de modernización había transformado a esas vastas extensiones.
Semblanzas
El Perro, la Cadena y Otras Ideas Más

El Perro, la Cadena y Otras Ideas Más

En su alegoría de la caverna, Platón trata de explicarnos la diferencia entre lo que sabemos y lo que creemos saber. Fue el quien sacudió los cimientos de la filosofía, la ciencia que ya respondió muchas preguntas pero le faltan otras tantas.
Frases y Expresiones
La “Maldita…”

La “Maldita…”

Desde la tragedia al humor, la “maldita” o “maldito” cruzó toda la vida cotidiana sin hacer estaciones. Aunque el uso de era de vieja data, en los años y ejemplos citados se hizo masivo y de a poco, fue languideciendo.
Al Pie de la Letra
Escuetos Inicios de Periodista

Escuetos Inicios de Periodista

El presidente Breznhev de allá y el dictador Videla de acá, mutaron incontables veces y con netamente diferentes accionares… allá a 17.000 kilómetros de distancia tienen un presidente llamado Putin… acá tenemos otro llamado...
Columnistas
Más Artículos