Juego infantil universal, que se caracteriza por sus muchas variantes. La practican, esencialmente las niñas, aunque en algunas circunstancias también varones.
Se salta la cuerda individual o colectivamente; cuando es individual, el saltarín lo hace impulsando la cuerda o soga, como también se le llama, en forma simple o cruzada, es decir, impulsándola de adelante a tras o bien, también de adelante a atrás pero cruzando los brazos.
Generalmente cantan para determinar cuántas veces se salta sin pisar la cuerda o simplemente enredarse en ella.
Cuando se hace un conjunto, dos niñas sostienen la cuerda por las puntas, entrando una, dos, tres o más participantes según se acuerde.
A veces el juego en estas circunstancias va a compañado de cantos, especialmente si el juego es de una sola niña. En estos casos va acompañado de acciones concordantes. Ejemplo:
Dice la niña:
Tiro el pañuelito al suelo
Ustedes lo van a ver,
Tiro el pañuelito al suelo
(lo arroja el suelo tratando de evitar que la soga lo arrastre)
Y lo vuelve a recoger
(las niñas de las puntas siguen dando vueltas a la soga) y la que salta se inclina rápidamente y recoge el pañuelo. Si no lo logra o se le vuelve a caer, pierde y entra otra niña y repite)
El juego de saltar la soga en cualquiera de sus variantes, es como hemos dicho universal, perdurando en colegios y en los hogares. No pocas veces se juega en las veredas, quedando por destacar que a veces cuando uno de los participantes salta mientras sus compañeros dan vuelta a la soga, de pronto dicen:
-¡Ahora picante…!
Y la hacen girar con rapidez, lo cual termina por agotar al saltarín y lógicamente pierde, ya que se detiene o pisa la soga.
Complemento Bibliográfico Referencial
Luis Alberto Domínguez – Venezuela
Existen dos maneras de saltar la cuerda: la individual, cuando el chiquillo o chicuela maneja él mismo el cordón, y la colectiva, cuando la soga es manipulada por dos niños, y el que se somete a la prueba se dedica a brincar. Este procedimiento es más difícil que el individual, puesto que el control de la velocidad y el ritmo de la cuerda depende de “los servidores”.
La esencia competitiva de este juego estriba en saltar la cuerda el mayor número de veces posible y acumular puntos hasta completar una cantidad previamente convenida.
Cuando un chico falla cede el tueno al compañero, y de ese modo continúa el juego.
Diccionario de Juegos Infantiles Latinoamericanos – Corregidor – 1988
Felix Coluccio – María Isabel Coluccio